– Las cenizas procedentes de los puntos de muestreo de Matamá (Vigo) y Baíña (Baiona), que se vieron afectados por los incendios forestales que ocurrieron en la noche del 15 de octubre de 2017 presentan las siguientes características:
· Las concentraciones de los iones carbonato son más bajas que las encontradas en las muestras de cenizas procedentes de la quema de la madera en una hoguera, debido a que la combustión de la madera en el incendio forestal no ha sido tan completa.
· Las cenizas procedentes de la estación de Baíña (Baiona) presentan concentraciones altas de ion amonio y amoníaco, mientras que las de la estación de Matamá (Vigo) presentan concentraciones más bajas.
· Las concentraciones de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs) son más altas en la estación de Matamá (Vigo) que en la de Baíña (Baiona). Además, los perfiles de concentración de ambas muestras son muy similares entre sí y comparables a los que se han encontrado en otros estudios, donde los hidrocarburos predominantes son el naftaleno y el fluoreno y se caracterizan por una mayor abundancia de hidrocarburos más ligeros.
– Los sedimentos recogidos a lo largo de un transecto longitudinal en la Ría de Vigo, en días posteriores al incendio (3 de noviembre de 2017), presentan las siguientes características:
· El porcentaje de materia orgánica encontrada en los sedimentos varía entre el 13 y el 18%, excepto en la estación 5, que se caracteriza por ser un sedimento formado por arenas y conchas de organismos marinos, y apenas se observan sedimentos de fracción fina.
· Las concentraciones de ion amonio y amoníaco en los sedimentos son muy bajas.
· Las concentraciones de PAHs aumentan conforme las estaciones están situadas más hacia el interior de la Ría. La máxima concentración se encuentra en el punto STC 2 que está situado próximo a unos astilleros y a un puerto deportivo.
· Los perfiles de PAHs de las muestras de sedimentos difieren de los encontrados en las muestras de cenizas, lo que se atribuye a que su origen procede de otra fuente de contaminación distinta a los incendios forestales.
– En los bioensayos de toxicidad realizados con larvas de erizo de mar (P. lividus), se observa que las muestras que presentan toxicidad son las cenizas de la estación de Baíña (Baiona) y los sedimentos de las estaciones STC 1 y 2. Esta toxicidad es atribuible a las siguientes causas:
· La toxicidad de las cenizas de la estación de Baíña (Baiona), a pesar de tener un contenido de PAHs menor a la muestra de Matamá (Vigo), es atribuible a su alto contenido de amonio y amoníaco.
· La toxicidad de los sedimentos de las estaciones STC 1 y 2 sí es atribuible al alto contenido de PAHs. Además, se observa que en los perfiles de hidrocarburos de estas estaciones hay mayor una abundancia de los hidrocarburos más pesados.
· Es necesario diluir el elutriado hasta 10 veces para encontrar que el bioensayo con larvas de erizo no presenta toxicidad en las muestras de Baíña y STC 2.
– Estas conclusiones confirman la consideración final mencionada en el informe anterior, en la que se planteaba la posibilidad de que los PAHs y las otras sustancias que puedan causar toxicidad en el bioensayo con larvas de erizo de mar (P. lividus), procedentes de las cenizas de la madera quemada tras un incendio forestal, tuvieran pocas probabilidades de llegar hasta el medio marino. Esto es debido a que los hidrocarburos y el amonio procedentes de las cenizas sufren una serie de transformaciones, por los efectos de filtrado y lixiviado que pueden tener lugar en las aguas fluviales y el medio terrestre, así como por el efecto de filtro que se produciría en los estuarios cuando los residuos transportados por el agua dulce se mezclan con el agua de mar.